Importancia Ecológica
Los recursos bien conservados de La Encrucijada sirven de refugio a una abundante vida silvestre que incluye 73 especies de mamíferos, 11 de anfibios, 34 de reptiles y 294 especies de aves. Las especies amenazadas y en peligro de extinción como el jaguar, el mono araña, el oso hormiguero mexicano, el cocodrilo de río y la boa constrictor también buscan refugio en la reserva. La Encrucijada provee importantes zonas de anidación de aves amenazadas como la espátula rosada (Platalea ajaja), el cigüeñón (Mycteria americana), la garza estilete (Agamia agami) y la matraca chupahuevo (Campylorhynchus chiapensis) —que sólo se encuentra en Chiapas— así como a 94 especies migratorias de aves costeras y aves cantoras.
Amenazas
Las amenazas a La Encrucijada datan de comienzos del siglo XX, cuando la construcción del ferrocarril y la carretera panamericana dividieron la cuenca y llevaron a la colonizacion del área. La situación actual de la reserva puede vincularse a estos tempranos cambios en la región: en este momento, el área se encuentra amenazada críticamente por la deforestación y la alteración de los recursos del agua. La erosión causada por la deforestación en la cuenca alta y media de la reserva deposita sedimentos en la cuenca baja y amenaza la captura de peces y el suministro de agua necesarios para las comunidades locales. La desviación de los ríos y la construcción de represas ha disminuido, y en algunos casos eliminado, el suministro de agua dulce necesario para las lagunas y los estuarios, lo que tuvo como consecuencia la pérdida de especies, entre ellas, especies importantes para la economía pesquera local. Son comunes los incendios para despejar tierras con fines agrícolas y los cazadores furtivos también usan quemas para atraer tortugas jóvenes. Esto no sólo presenta una amenaza a las poblaciones de tortugas, sino también a los bosques de palmas raras, los humedales y los pastizales.
Una Estrategia para el Éxito
Cuando Parques en Peligro (PeP) comenzó a trabajar en La Encrucijada en 1991, el área tenía escasa infraestructura y poco personal. La participación de PeP fue fundamental en la expansión del parque estatal de 2.500 hectáreas a una reserva de la biosfera —el estatus de protección más alto de México— de 141.600 hectáreas. La reserva creció de un plantel de siete miembros que trabajaban en un campamento destartalado a un plantel de 32 personas capacitadas con oficinas completamente equipadas en la reserva y una oficina central en la capital estatal.
La Encrucijada también demostró avances de gran importancia en las actividades de conservación con base en la comunidad, con proyectos que se están implementando en todas las comunidades locales. El primer proyecto comunitario de la reserva se inició en 1991, cuando la organización socia Instituto de Historia Natural del Estado de Chiapas (IHN) condujo una campaña de envío de cartas a fin de familiarizar a las comunidades locales dentro de la reserva con los temas de conservación más importantes. Desde ese momento, los pescadores locales han expresado su preocupación a los gobiernos federal y estatal acerca del apoyo del gobierno a los proyectos de infraestructura que benefician a la agricultura y la ganadería pero que son perjudiciales para la subsistencia de los pescadores y el medio ambiente. Cuando el estatus de reserva de la biosfera se encontraba todavía en la etapa de propuesta, la comunidad pesquera apoyó la conservación solicitando la emisión de permisos de pesca y la promoción de técnicas de pesca tradicionales.
Las comunidades locales han contribuido al diseño, la organización y el manejo de proyectos de conservación exitosos. Esto incluyó la elaboración de una lista de proyectos de desarrollo sustentable deseables, que fue presentada a varias entidades que la apoyaron. También se formó un comité para la cuenca, el que cabildeó con éxito a fin de lograr el apoyo del gobierno local para la elaboración de un plan de manejo de la cuenca entre La Encrucijada y su vecino, corriente arriba, El Triunfo, otro proyecto de PeP. Además, tres comunidades donaron tierras a la reserva con el fin de ayudar en el control de incendios.
A comienzos de 1996, miembros de la comunidad participaron en un proyecto de restauración y rehabilitación de las áreas pesqueras de La Encrucijada, que se continuó aun después de terminado el financiamiento de PeP. El proyecto mejoró los flujos naturales, restauró estuarios, sistemas de drenaje y deltas de ríos y recuperó la productividad pesquera en las tierras bajas y en las lagunas. A partir del éxito de este proyecto, las cooperativas pesqueras han aceptado la necesidad de protección ambiental. Lea el informe completo del proyecto en formato PDF...
El personal de la reserva también creó un departamento de planificación financiera y recaudación de fondos, que se presentó en la Guía de Planificación Financiera para Áreas Naturales Protegidas, una publicación de The Nature Conservancy que fue distribuida a más de 400 profesionales de la conservación en América Latina. En 1999, La Encrucijada se consolidó con personal bien capacitado, infraestructura suficiente, un plan financiero a largo plazo y programas de extensión comunitaria y educación ambiental que incorporan las necesidades de las comunidades locales.
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Instituto de Historia Natural (IHN)
The Nature Conservancy en Chiapas
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Reserva de la Biosfera El Pinacate/Gran Desierto del Altar
Área de Protección de Flora y Fauna Cuatro Ciénegas
Reserva de la Biosfera Sian Ka'an
Reserva de la Biosfera Calakmul
Las Reservas de la Biosfera Ría Celestún y Ría Lagartos
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Parque Nacional Bahía de Loreto /Isla del Espíritu Santo
Reserva de la Biosfera El Ocote
Reserva Forestal Nacional y Refugio de Vida Silvestre Ajos-Bavispe
Organizaciones Socias de México
The Nature Conservancy en Mexico