Desafío
La impresionante Sierra Madre de Guatemala, que se extiende 380 kilómetros desde México hasta El Salvador, cuenta con 37 conos volcánicos activos. La cadena volcánica de Atitlán, cuyos picos alcanzan alturas de 3.300 metros de altura que se conocen como “islas en el cielo”, representa una atracción turística de gran importancia y sirve de hogar a una variedad de biodiversidad excepcional a nivel mundial juntamente con sitios culturales sagrados de los mayas. Desafortunadamente, la pobreza generalizada, la alta densidad de población, la agricultura de tala y quema y el turismo descontrolado e insostenible amenazan la integridad ecológica y cultural de la región de Atitlán mediante el aumento de la deforestación, la erosión, la fragmentación del hábitat y la contaminación ambiental.
Iniciativa
Frente al aumento de las presiones, el programa Parques en Peligro, una sociedad de USAID y The Nature Conservancy, comenzó su labor en 2001 para establecer reservas naturales municipales con el fin de ayudar a las comunidades de Atitlán a conservar sus recursos naturales. La iniciativa se basa en las tendencias regionales de los gobiernos nacionales y estatales de delegar las responsabilidades de gobernabilidad y conservación a las agencias locales. Mediante el uso de la metodología de Planificación para la Conservación de Áreas de The Nature Conservancy para establecer prioridades, elaborar estrategias y medir el éxito, el proyecto identificó al cultivo de café de sombra y al ecoturismo como dos sectores en los cuales la conservación y el desarrollo podrían operar compatiblemente para generar fondos que luego podrían ser reinvertidos en las reservas municipales. Parques en Peligro, trabajando juntamente con la ONG guatemalteca Vivamos Mejor y municipalidades locales para aumentar la participación y ofrecer asistencia técnica a las comunidades, logró reunir un considerable apoyo para las iniciativas de conservación que generan ingresos y para el manejo de los recursos naturales a nivel local.
Resultados
En 2005, se consolidaron cuatro sitios de Atitlán para formar la primera red de reservas naturales municipales del país. Con un total de aproximadamente 1.200 hectáreas, tres de las reservas ya han implementado planes de manejo, incorporando estrategias para impulsar la protección del parque, la educación ambiental, el monitoreo de la vida silvestre y la generación de ingresos. El programa de Incentivos Forestales de Guatemala brinda financiamiento a la red de reservas para mejorar el desarrollo de la infraestructura (senderos, pasajes en el dosel y letreros interpretativos entre otras cosas) y la producción de material impreso. Además de resguardar una variedad de fauna rara y endémica, que incluye al tigrillo (Felis wiedii), al pavo de cacho (Oreophasis derbianus) y al resplandeciente quetzal, las cuatro reservas protegen sitios culturales sagrados que pertenecen a los grupos mayas Kiche’ Kakchikel y T’zutuhil. El próximo año, la red de parques municipales se extenderá e incluirá un total de 9 parques en los cuales los gobiernos locales han tomado la iniciativa de manejar la biodiversidad en beneficio de sus ciudadanos.